No puedo evitar sonreír ante esta pregunta. ¿No te parece una pregunta enorme?
Me parece prácticamente imposible contestar aquí en blanco y negro y en unas lineas a eso.

Lo que sí puedo contarte es que en el año 2010 transmuté, comencé a practicar yoga, los motivos que me llevaron a clase son como los de la mayoría: curiosidad, no querer repetir patrones, crisis emocional…
Bueno, qué contarte de cómo me sentí.
Entonces comenzaron las formaciones ¡menudo mundo! Hatha en la escuela internacional fue mi primer paso y sin haber terminado ya estaba en Madrid, en la escuela de aeroyoga; en la India hice Iyengar, Anusara vino más tarde ,Yin Yoga y sigo formándome cada año en mis viajes a India.
Desde el principio y casi sin querer, comencé a dar clase en un local que tenía vacío, convirtiéndose en mi espacio shala durante seis años, donde recibí más de lo que di.

Soy fuego y necesito transmutar, y es cada seis o siete años que la llama arde y yo escucho esa llamada.
Así fue cómo me colgué la mochila y comencé mi viaje, sólo de ida. Ahora vivo la mitad del año viajando y la otra mitad compartiendo los proyectos que nacen durante los viajes. 

Nos vemos en clase, retiros, festivales, formaciones o quizá en algún lugar del mundo.